domingo, 28 de diciembre de 2008

cuatro de cinco

Un día no me dieron ganas de salir a caminar.
Me quedé observando. Descubrí que podía mirar hacia afuera, analizar qué me gustaría hacer cuando volviera a caminar.
Pensé que sería pasajero, pero las ganas de no, se alimentaban a sí mismas por el simple hecho de tener lugar. Crecían por sí mismas, sin esfuerzo.
Ahora no tengo ganas de salir. Me quiero quedar a observar a la gente pasar por mi vereda, mirar cómo pesan sus vidas en sus cuerpos, cómo pisan como pueden y cómo posan cuando pueden.
A mí nadie me ve. Mejor así.

jueves, 18 de diciembre de 2008

cangrejos no


En el recorrido hay calles. Desde mitad de cuadra empezás a ver el fin de esta, pero también el principio de la otra. Ya hacia el final de la cuadra, te olvidás de cómo se ve esta, de sus edificios, de sus baldosas, y te empezás a concentrar en la otra, en sus negocios, sus carteles, sus árboles, con la esperanza intrínseca de toda concentración, eso que pensás que vas a descubrir, que ahí va a venir lo nuevo, lo inesperado, lo fantástico. En realidad lo nuevo ya es eso, lo que estás viendo cuando estás cruzando. Tan concentrado estás cruzando que los autos que pasan son obstáculos que sorteás instintivamente.
Una cuadra, la otra, una plaza, la otra, una hora, la otra, un momento del día, el otro. Ya está oscuro. ¿Volvemos?
Uno que es medio distraído se quedó atrás, mirando algo.
Si querés volvé vos, yo sigo. Una maceta, la otra, una ventana, la otra, un chico lindo, el otro.

martes, 16 de diciembre de 2008

PIG


I think
We used to have a strong link
And somehow it started to stink
Faster than you think
In the blink
Of an eye … I think
Now I feel I’m a boat and I sink
Drowning, I’d fill the sea with ink
As you are, so pink
Oink, oink, oink, oink.

viernes, 14 de noviembre de 2008

El regreso (o la vuelta)


Después de algún tiempo de ir, hay que volver.

Pegar la vuelta.

Doblar...


Entonces si estabas dando la espalda, después, vas a tener que poner el pecho.

Porque así es, postura y contrapostura.

La compensación.


Hacete el distraído, pero después, date vuelta, porque si no, te toca el huevo podrido.


Ahora sí, mi consejo es que estés listo porque seguramente, necesites algo muy fresco para que te acompañe en el camino.

Entre el calor del sol, la capa de ozono, la cuesta arriba y la ansiedad de retomar el camino que no sabés muy bien adónde te dirige...


Otra vez, te digo, play.

Llevate un mp3.

martes, 14 de octubre de 2008

Bonus track

A veces la cosa se vuelve más simple.

El planeta está totalmente desalineado arriba.
Te oprime.
Afuera, gris, llueve.
Sale el emo que hay en vos.

Te salva la compu, que por favor no le pase nada a la conexión.
Ansiedad, mails, chat, hasta que alguien te dijo algo que te hizo pensar.
Desde el emo que hay en vos resignificás la cuestión.
La ponés en palabras.

Las palabras reordenan algo del lío que tenías. Lo evidencian, lo ponen en un paredón. Atacar. También lo simplifican. Hasta lo redireccionan. Y hasta pueden banalizarlo.
Ah, era eso, solamente estaba lloviendo.

Bueno, la realidad es que eso, ahora, me sirve bastante.
Pienso que ya va a salir el sol y que así le doy la espalda a todo lo que se me dé la gana.

Me bajo un tema. Play.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Barrabrava

¿Se llama depresión despertarse al mediodía y no tener ganas de hacer nada?

Me parece genial estar en la cama, dando vueltas, y que suene el despertador y posponerlo. No me da ninguna culpa.
Si estoy en compañía de alguien, no me da ninguna culpa pensar que lo único que me interesa es seguir horizontal. Es algo compartido, es un plan que afecta a más de uno, otra persona ajena a uno se ve afectada por esta acción pasiva.
En cambio estando solo, entra en juego algo de lo que tendría que hacer.
Lo que tendría que hacer...
Trabajar. Ganar plata. No soy bueno para estas cosas.
Bueno, incentivar algunos intereses no lucrativos, improductivos. Tampoco soy bueno para estas otras cosas.
La idea de hacer por hacer tampoco me gusta. En el fondo soy bastante vago y si hago algo agito la bandera del "miren esto que hice, qué grosso, cómo trabajé, qué inteligente soy, qué esfuerzo".

Estoy tirado y pienso que es lo mejor.
Estoy tirado y pienso que es lo mejor hasta que el cuerpo me empieza a doler por estar tirado.
Estoy tirado y pienso que voy a hacer algunas cositas.
Pienso que voy a mover el body, que voy a hacer una clase de yoga y me voy a sentir bien conmigo mismo. Empezar el día con el cuerpo despierto. Qué bien!
Decidir que lo mejor es seguir en la cama. Tirado. Viendo cómo el cuerpo se queja de esta situación. Acción no le voy a dar. Que se contente con que puede estar tirado, que hay tanto cuerpo maltratado con trabajo opresivo.
Así que cambio el despertador y me despierto un rato antes de la hora en la que me invento una actividad salvadora.
La que uso como bandera para que la gente no me pregunte qué hice y no tener nada que contar.

Una bandera.
Eso es lo que siempre busco.
Agitar una bandera.
En el fondo soy un barrabrava sin equipo.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Big Bang

"Todo comenzó con la televisión
Fue como digamos una regresión.
Decimos: regresión. Regresión."

Juana Molina, Juana y sus hermanas.


¿Joven se es a qué edad?
Hay muchas opiniones al respecto.
Hace poco fueron los Juegos Olímpicos.
Los atletas que compiten en algunas disciplinas, como gimnasia deportiva, no llegan los veinte años.
Porque joven se es a los dieci, que es cuando el cuerpo aguanta el entrenamiento de los deportes de alto rendimiento.
Entonces, esta es la edad que vamos a llamar estrictamente juventud. Cuando yo eran joven, eran los noventa.

Ayer en una reunión con amigos, encontramos la excusa perfecta para no contestar las preguntas que nos hacemos a nuestra edad. Esta nueva, hermosa y por qué no inspiradora excusa, se llama la vuelta de Saturno.
Se llama o la llamamos nosotros. Eso ya no lo recuerdo.

Acá comienza este viaje interplanetario.
Este es el Big Bang de mi mundo.